Hace unos días leí un artículo de Dominiek sobre los 5 principios para usar IA profesionalmente y me encontré asintiendo constantemente. Después de años viendo llegar y evolucionar tecnologías, la IA me genera las mismas sensaciones que tuve con otras “revoluciones”: entusiasmo mezclado con una necesaria dosis de escepticismo.
El artículo de Dominiek me resonó especialmente porque describe perfectamente lo que estamos viviendo: un mundo donde la IA se está metiendo en todo, pero no siempre de la manera más útil o sensata.
El problema de fondo
Como dice Dominiek, estamos en un momento donde la gente envía resúmenes de IA basados en dictados que simplemente son malos. Yo añadiría: estamos creando más ruido que señal, y eso es un problema serio.
Como desarrollador he visto esto antes. Cada nueva tecnología promete revolucionar todo, y al principio todo el mundo la usa mal. Remember XML? Remember microservicios? La IA va por el mismo camino si no tenemos cuidado.
Los cinco principios (con mis propias reflexiones)
1. Valora el pensamiento humano
Esto me parece fundamental. Los LLMs son, en esencia, motores de autocompletado muy sofisticados. Como dice el principio eterno: garbage in, garbage out.
He trabajado con suficientes lenguajes de programación, bases de datos y frameworks como para saber que ninguna herramienta piensa por ti. Y las mejores soluciones siempre han venido de entender el problema primero, no de aplicar la herramienta de moda.
La IA puede refinar ideas y expandir investigación, pero para el pensamiento original necesitas… pensar. Sin distracciones, sin pantallas, con papel y bolígrafos de colores si hace falta (mi método favorito).
2. Respeta la atención humana
¿Leíste realmente toda la salida que generó la IA? ¿La evaluaste críticamente?
Este punto me toca directamente porque he visto como el correo electrónico, luego Slack, luego mil herramientas más han ido fragmentando nuestra atención. Ahora la IA amenaza con hacer esto mismo pero a escala industrial.
El tiempo del otro es valioso. Si no has dedicado tu tiempo a revisar lo que vas a enviar, no esperes que el otro dedique el suyo a leerlo.
3. Sé transparente
En mi equipo actual pagamos las herramientas de IA y animamos a usarlas. Pero siempre con transparencia. Como le digo a mis hijos: no uses ChatGPT para hacer los deberes, úsalo para mejorar.
Me gusta mucho la idea de Dominiek de poner disclaimers:
- “AI Note: Esto es una propuesta generada a partir de un par de puntos”
- “AI Note: Usado Claude para expandir la idea core”
- “AI Note: GPT corrigió gramática y estructura”
Es honesto y ayuda al que lee a contextualizar lo que está viendo.
4. Cuida a tus clientes
Si manejas datos de clientes, ya tienes procesos para custodiarlos. Las herramientas de IA no son diferentes a cualquier otro SaaS, pero requieren un cuidado extra por el énfasis en la manipulación de información.
En mi experiencia trabajando en diferentes empresas - Arrakis, OpenSistemas, ahora en Carto - siempre hemos tenido claro que los datos del cliente son sagrados. La IA no cambia eso, pero sí añade nuevas superficies de riesgo que hay que considerar.
5. Son solo herramientas
¿Realmente necesitas un notetaker de IA en esa videollamada íntima? ¿Alguien lee realmente tus resúmenes de IA?
Esto me recuerda a cuando todo el mundo quería convertir todo en microservicio, usar MongoDB para todo, o meter Docker en cualquier cosa. La herramienta no define el problema, el problema define la herramienta.
Mi conclusión personal
Después de trabajar en esto durante tiempo suficiente, he aprendido que cada nueva tecnología pasa por las mismas fases: hype desmedido, desilusión, y finalmente adopción sensata donde realmente aporta valor.
La IA está ahora mismo en pleno hype. Pero los principios de Dominiek nos dan una hoja de ruta para navegar esta época sin perder la cordura ni la efectividad.
Al final, en un mundo lleno de IA, el valor premium estará en el pensamiento humano, la atención, la integridad, la empatía y el ingenio. Exactamente las mismas cosas que han sido valiosas a lo largo de mi carrera.
La tecnología cambia, las herramientas evolucionan, pero los principios fundamentales para hacer buen trabajo se mantienen sorprendentemente estables.
Este artículo ha sido escrito por un humano, con algunas consultas puntuales a Claude para verificar datos y estructurar ideas. Como dice el principio #3: transparencia ante todo.
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